viernes, 26 de noviembre de 2010

''Ingeniería genética,artículo a favor''

Varios estudios científicos recientes sostienen con firmeza que es posible manipular las proteínas que juegan un papel fundamental en la longevidad. De confirmarse estas hipótesis, se abrirían de par en par las puertas para hacer realmente efectivos los tratamientos antienvejecimiento.
Estudios serios con ratones y monos apuntan a que si la juventud eterna sigue siendo una utopía inalcanzable, sí es posible retrasar el envejecimiento de una manera considerable. La llave estaría en la reducción de las aportaciones calóricas al organismo.

Alargando la vida

Desde los años 30 se vienen realizando toda clase de experimentos y se ha llegado a la conclusión de que reducir el 30% las calorías absorbidas puede alargar la vida de los animales hasta el 40%, al limitar las enfermedades relacionadas con el envejecimiento. De esta manera, no sólo se conseguiría vivir más años, sino hacerlo con una mayor calidad de vida.
Esta misma semana, la revista norteamericana Science desvela que investigadores británicos pueden demostrar que una manipulación genética en ratas y monos, que bloquea la producción de una proteína llamada S6 Kinase 1 (S6K1), también presente entre los humanos, alarga la vida de los animales considerablemente.

Mejor salud

"Las hembras de ratón vivieron el 20% más tiempo, eran más delgadas, más activas generalmente y en mejor salud que las del grupo testigo", indican los autores del estudio, que añaden que "estamos más cerca de lo que pensábamos de lograr tratamientos contra el envejecimiento", según las palabras del doctor David Gems de la London College University, coautor del estudio.
Otros estudios también mostraron que el bloqueo de la proteína S6K1 llevaba a un crecimiento de la actividad de otra molécula llamada AMPK que juega un papel clave para ajustar la cantidad de energía que se consume. Actualmente, medicinas como el metformin, que activan a AMPK, son ya ampliamente utilizadas entre diabéticos.

Ratones longevos

Investigaciones recientes realizadas por científicos rusos han demostrado que el metformin contribuye a alargar la vida en ratones. Otra medicina, el rapamycin, utilizada para evitar el rechazo de un órgano después de un trasplante, podría ser ya utilizada contra los efectos del envejecimiento en el hombre en su configuración actual, según constata un estudio hecho con ratones y recientemente publicado en la revista británica Nature .
Por su parte, la empresa americana Sirtris Pharmaceuticals utiliza el resvératrol, un antioxidante poderoso encontrado en el vino tinto pero también en otros frutos diferentes a la uva. Los científicos de esta compañía afirman que el resvératrol activaba la producción de proteínas llamadas sirtuines, y que éstas activan los mismos efectos fisiológicos que la restricción de la aportación calórica.

Melatonina

Se sabe que una de las funciones de la melatonina es la regulación del reloj biológico en el ser humano. Un estudio realizado por el Departamento de Fisiología de la Universidad de Granada sostiene que si a partir del mes de nacidos se administra a los ratones melatonina en el agua de bebida, desaparecen los signos de envejecimiento, afirma el profesor Darío Acuña.
El mismo profesor mantiene que el proceso de envejecimiento se presenta tanto externa (las arrugas y las canas), como internamente. "Ahora podemos corregir el envejecimiento externo, por ejemplo con cirugía estética, pero si no atacamos los procesos de envejecimiento dentro del cuerpo -agrega- sólo estamos haciendo cambios en la fachada del organismo".
La melatonina -un compuesto antioxidante- se encuentra de forma natural en pequeñas cantidades en el cuerpo. Pero los seres humanos dejamos de producir esta sustancia a partir de los 35 años, lo que provoca una disminución en los efectos protectores del cuerpo. "Por eso creemos que una dosis diaria de melatonina a partir de los 40 años podría prevenir el proceso de envejecimiento", mantiene Acuña.
Luis Ordoñez del Río

1 comentario:

  1. En este caso, nos parece espeluznante dicho artículo. Ya no se trata de alargar la vida de gente con graves problemas de salud o cosas por el estilo, se trata de alterar el orden natural de las cosas y en general de la vida misma.
    Creemos que está bien emplear la ingeniería genética para curar enfermedades prevenir o incluso investigar en la cura de enfermedades, pero usar la ciencia para intentar hacernos inmortales es como mínimo pasarse de la raya.
    Uno de los pasos que implica la vida es la muerte. Por lo tanto, no somos quiénes para adulterar dicho paso.

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