jueves, 2 de diciembre de 2010

Los efectos sobre los organismos no considerados como blancos de la modificación genética.

En Estados Unidos el polen del maíz transgénico Bt, fue transportado (por vientos, lluvias, pájaros, abejas e insectos) y depositado en el "algodoncillo" único alimento de las larvas de la mariposa monarca. El efecto sobre esta especie fue una baja en el crecimiento hasta la muerte de cerca del 50% de la población, según comprobaciones con base a experimentos realizados por la Universidad de Cornell, Nueva York en 1999 y por la Universidad de Iowa. Ambas universidades llegaron a la conclusión que el polen del maíz transgénico Bt, afecta negativamente a esta especie de lepidóptero.
Un estudio más, fue el que realizó la Royal Society, solicitado por el gobierno de Reino Unido. Este estudio evidenció afectaciones negativas severas para los ecosistemas asociados a cultivos transgénicos. Como ejemplo, se encontró una reducción hasta en cinco veces de la flora aledaña a los cultivos transgénicos de remolacha y canola, lo cual tiene un impacto en cadena sobre las especies de abejas y mariposas (que se redujeron hasta en un 25%), y posteriormente sobre las especies de aves que se alimentan de éstas, afectando significativamente la cadena trófica.
Los estudios arriba mencionados presentan algunas evidencias de los efectos negativos de los organismos genéticamente modificados a los ecosistemas, pero es necesario aún realizar un número mayor de investigaciones. También, por lo menos se les debe exigir a los gobiernos, sobre todo de los países consumidores de los organismos genéticamente modificados, el etiquetado de los mismos, lo que le daría a la población confianza y la opción de elegir.
Se debe exigir a los gobiernos de Latinoamérica y países consumidores no productores el cumplimiento de las leyes y acuerdos internacionales, que como el caso de México; aunque cuenta con la ratificación y la aceptación el Protocolo de Cartagena de Seguridad Biotecnológica, aparentemente ésta no es respetada. También para el caso particular de México, se debería dar celeridad a la aprobación de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados en la cámara de diputados, misma que como ya se comentó fue aceptada por el Senado de la República en el mes de abril del presente año.
Por último, se considera de gran utilidad, el preparar técnica y científicamente a un mayor número de personas con relación a la gestión de los transgénicos, en todos los países donde exista algún contacto con éstos.
*Instituto Mexicano del Petróleo. Estudiante de maestría en geografía ambiental, Facultad de
Filosofía y Letras, UNAM
** Investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, UNAM

1 comentario:

  1. ¿Quién dijo que los alimentos transgénicos no hacía daño a nadie? Pues se equivocaron, puede que para la especie humana aún no sean perjudiciales, o incluso, que aún no se hayan detectado sus efectos negativos, pero distintos ecosistemas que nos rodean ya han sufrido las consecuencias de ellos.
    Sin embargo, es cierto que estas alteraciones solo se han producido en determinados ecosistemas. Peor no por ello tenemos que relajarnos, nosotros también somos un ecosistema, y en cualquier momento nos puede pasar lo mismo. Pero a diferencia de ellos, nosotros si que podemos cambiar estos resultados tomando las medidas pertinentes a este caso.

    ResponderEliminar